En Estados Unidos, hemos encontrado un millón y una maneras de excedernos: desde nuestro perpetuo "miedo a perdernos algo" hasta adoptar la "cultura del ajetreo" o estar "siempre conectados"
y accesibles por teléfono o redes sociales. Mientras tanto, nuestra salud mental cae en picado, el agotamiento aumenta y hemos perdido la sensación de verdadera conexión e intimidad con los demás que hace que la vida sea alegre. La versión del viejo proverbio de la autora Joline Godfrey suena más que cierta hoy en día: "Todo trabajo y nada de diversión no sólo hace aburridos a Jill y Jack, sino que mata el potencial de descubrimiento, dominio y apertura al cambio...". En un mundo post-pandémico, con beneficios empresariales récord, salarios estancados y donde el dólar no alcanza, debemos exigir el derecho a dar un paso atrás, lograr el equilibrio y dar prioridad a la reconexión con nuestras familias y comunidades.
Los trabajadores, las familias y la gente corriente claman por algo más que productividad sin fin. Si valoramos el ocio, la recreación y la intimidad emocional o física en nuestras propias vidas y recuperamos los límites que solían proteger nuestro tiempo con la familia y los amigos, todos podemos contribuir a mejorar nuestra cultura. En lugar de renunciar o abandonar nuestro trabajo, podemos hablar con nuestros jefes o compañeros sobre la importancia del equilibrio entre la vida laboral y personal para nuestro trabajo y nuestra salud mental y física. Podemos limitar intencionadamente el tiempo de pantalla y las distracciones que nos impiden conectar auténticamente con quienes nos rodean. Y podemos buscar nuevas experiencias que activen los centros de recompensa de nuestro cerebro del mismo modo que lo harían los "me gusta y me siguen" en las redes sociales o un aumento de sueldo.
Dedicar tiempo a la intimidad emocional y física también es crucial para nuestro bienestar y no debería reservarse sólo para los pocos días de vacaciones que nos tomamos. Tanto si tomamos un café con un amigo como si pasamos unos momentos acurrucados con nuestra pareja antes de empezar el día, o incluso si empezamos a anotar el sexo en el calendario al igual que nuestras otras prioridades, nuestra salud física y mental depende de que tengamos relaciones sólidas en nuestras vidas. Los estudios han demostrado que las personas con vínculos sociales más fuertes viven más tiempo y con mejor salud que las que se describen a sí mismas como solitarias. Las parejas que mantienen relaciones sexuales con frecuencia manifiestan una mayor satisfacción y un menor índice de divorcios. Y las personas que sienten que tienen tiempo para dedicar a sus familias al tiempo que desarrollan sus carreras son empleados más eficaces y dedicados.
En lo que respecta a la intimidad, mejorar las relaciones íntimas puede ser tan sencillo como probar una nueva técnica o postura, introducir un juguete o incluso poner a prueba un nuevo modelo de preservativo. También puede significar cultivar el amor y el afecto a lo largo del día como precursor o alternativa al sexo y compartir una comida en casa, enviar algunos mensajes de texto coquetos o incluso ir cogidos de la mano en un paseo familiar. Fomentar la conexión es un proceso, y hay muchas pequeñas acciones que puedes llevar a cabo cada día para acercaros más.
Si usted no experimenta este nivel de equilibrio en su vida, sepa que la mayoría de nosotros estamos en el mismo barco. Hay una razón por la que uno de cada tres estadounidenses afirma sentirse solo y aislado, y aunque gran parte del problema es sistémico, podemos abordar aquellos factores que están bajo nuestro control. Hacer este cambio y recuperar el tiempo no es fácil, pero es necesario. Con acciones individuales, podemos empezar a interrumpir esta espiral cultural de aislamiento, desconexión y falta de bienestar. Piensa en una acción que puedas llevar a cabo para fortalecer tu sentido de la conexión o tus relaciones con las personas que te importan y, si estás abierto a ello, comparte tus ideas en los comentarios a continuación. Tu voz nos ayuda a amplificar este mensaje y a hacer hincapié en que lo más importante de nuestra existencia como seres humanos son las experiencias que compartimos unos con otros, no lo que ganamos, la ropa que llevamos o el número de visitas que obtenemos en TikTok.
Sea cual sea el aspecto que tenga para usted el aumento de la conexión -mayor implicación en su comunidad, amistades más sólidas o más intimidad con su pareja-, apoyarse en nuestra humanidad colectiva tiene beneficios que van más allá de nuestras vidas individuales. Las investigaciones respaldan la idea de que sentirse más conectado mejora nuestra salud individual y pública, refuerza nuestras instituciones sociales y aumenta nuestro sentido de la responsabilidad social. Es la mejor manera de contrarrestar el mundo cargado de aislamiento en el que todos hemos estado viviendo, aunque requiere que seamos intencionados con nuestro tiempo, directos con nuestras necesidades y que trabajemos juntos para cambiar una cultura que valora el trabajo y la productividad por encima de todo. Este verano, comprométete contigo mismo a cambiar el statu quo y dar prioridad a la conexión de forma que aumente la alegría en tu vida. Y si tus planes incluyen un sexo mejor y más satisfactorio, echa un vistazo a las formas en que Mayer Labs puede ayudarte en mayerlabs.com